El aspecto más patrimonial de la plaza lo represente su estructura, conformada por los cuatro paseos laterales, las diagonales y un eje oriente poniente que fue modificado dificultando su lectura con la sobre elevación para la colocación del monumento a Ignacio Serrano.
El proyecto amplía los paseos laterales, conserva las diagonales, rectifica y enfatiza el eje oriente poniente tensionándolo entre el odeón restaurado y el monumento a Serrano esta vez colocado sobre una pileta de agua en una escenografía de alta sugestión nocturna. El énfasis en este eje lleva a redescubrir y potenciar en un tono menor, el otro eje norte sur, donde se reconocen unos espacios de estar históricos y arraigados en la memoria colectiva de la ciudad, espacios que rematan en ambos costados el eje y lo relacionan con los paseos de borde.